miércoles, 4 de noviembre de 2009

El ocaso y las bellas

Cuando las bellas duermes
él sabe que ya no hay necesidad de levantarse
sabe que el destello que emana de las las bellas
estará extinto hasta nuevo aviso
entonces él ya cansado
al sueño sucumbe

Cuando las bellas despiertan
él profundamente duerme
y sueña con las bellas
mas ellas no saben de su existencia

Y así se pasa la vida
cronológicamente opuesta a su deseo
de estar con las bellas

Cuando la muerte finalmente lo llama
las bellas destellan de vida
sin horario ni restricciones
como árboles ancestrales

El en su testamento pidió
ser enterrado a la sombra de un gran pino cuya sombra
jamás dejara la luz filtrarse e iluminar
la lápida de su adiós

Ahora él ya no descansa
pues las bellas más radiantes que nunca
iluminan su sagrada oscuridad

2 comentarios:

Cacahué Producciones dijo...

Muy interesante

Marisa dijo...

El ciprés , con su larga sombra, ocultará todo aquello que no se puede mencionar. El ciprés, cubrirá de luto aquello que la noche no puede oscurecer.