Amanece y el sol no me brilla
me encandila
La luz no alumbra
los destellos luminosos
ya no traen un nuevo día; nuevos bríos
Mi alma se oscurece
La rutina continúa
no hay treguas
no hay pausa
no hay misericordia
El corazón se acelera
no por regocijo, ni alegría
ni esperanza
En esta penumbra luminosa
el pánico reina
y ensombrece todo
Sobrevivir, vivir, seguir
intentarlo
es lo que queda
continuar es la meta
el objetivo
el deber
vivir es un sombrio y aterrador desafio
martes, 16 de diciembre de 2008
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