Llueve a cántaros
como si Dios hubiese vertido un balde
como si Dios estuviese llorando
como si un niño hubiese muerto
Paseo por las calles
la gente circula con apuro
con el ceño fruncido
encogidos de frío
Los miro y sonrío
no es tan mala la lluvia
al menos se limpia el aire
Lo malo
es que lluvia no lava la pena
el dolor
la angustia
la desesperación
Al subir a la micro
imagino a una madre enterrando a su bebé
veo que llora
que no tiene consuelo
su rostro denota que todo
para ella
ha acabado
y la lluvia a enlodado su futuro
Al llegar a casa
tomo un café caliente
se empañan mis lentes
no puedo ver más allá de mis narices
Madre, no puedo sentir el dolor que te mata
y el café me quema la lengua
martes, 21 de julio de 2009
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1 comentario:
Has descripto de una forma magistral, la angustia y la desesperacion, que se vivencian cuando el dolor, creo que provocador de la angustia y la desesperacion nos asaltan en la vida.
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