Un perro se me acerca, me lame la mano, menea su cola,
Se marcha.
OK, un perro romántico
Llegan, creo, dos policías. Me acechan, acorralan e interrogan sobre el paradero de una tal señora Tinajero. No sé de qué hablan.
Se van. Quedo solo.
OK, detectives salvajes
Por fin logro ponerme de pié. Busco un teléfono público para llamarte y decirte que te amo. Contestas. Te amo, digo. Corto.
OK, llamadas telefónicas
Al llegar a casa, de noche, me esperas con una deliciosa cena, pan caliente y con los Beatles sonando por los parlantes.
OK, Tokio Blues (Norwegian Wood)
Cenando, me miras a los ojos y dices que pronto morirás.
Cáncer. No hay vuelta atrás.
Muerte.
OK, veneno de escorpión azul
La pena me sobrepasa. Dolor.
Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!
OK, los heraldos negros
Dejo de escribir
OK, ¿fin?
Literatura=vida= ¿?
5 comentarios:
Esto me gusta. Me parece un camino más sólido, y por lo tanto más pedregoso que los anteriores. Abrazos;
Simón
pero porque quieres dar fin a la literatura.
saludos
chelin
Si hasta creo ver el rostro y la expresión, relatando...sintiendo.
Eso es bueno.Y se te reconoce, pese al tiempo que define las cosas...y el nuestro fue poco.
Pero dicen que la vida es corta.
Que irónico...
Gracias por tu comentario, una jota en el zapato.
¿Puedo saber quién eres?
Saludos
una jota en el zapato, soy yo la que siempre ha estado a tu lado y no logras verme.
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